Control emocional
El desarrollo del control emocional en la primera infancia es fundamental, y por eso entender cómo la música acompaña este proceso puede transformar la manera en que apoyamos a nuestros hijos en su vida diaria.
No existen aliados pequeños cuando se trata de educar. Es una tarea tan exigente y compleja que cualquier ayuda o apoyo puede suponer un auténtico tesoro. Pero el cansancio y el estrés son adversarios poderosos; y su efecto puede hacer que pasemos por alto recursos que tenemos al alcance de la mano.
Incorporar la música como herramienta de control emocional puede hacer más llevaderos momentos intensos del día a día, especialmente cuando buscamos nuevas estrategias que funcionen con nuestros hijos.
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La música: un recurso siempre disponible
¿Cuántas veces han buscado nuevas maneras para entretener a sus hijos? ¿O pensando en alternativas para lidiar con los momentos del día que siempre se complican, como el baño o la hora de ir a la cama? Mamás y papás somos capaces de idear estrategias variadas y originales, aunque no siempre eficaces.
Sin embargo, a menudo olvidamos un recurso que siempre está disponible: la música.
Beneficios musicales para el bienestar y el control emocional
Los beneficios de la educación musical para los niños están sobradamente demostrados. La inteligencia musical comienza a desarrollarse en la primera infancia, incluso antes de que los niños comprendan cómo se utilizan los instrumentos.
El caso es que en ciertas ocasiones no pretendemos estimularles, sino ayudarles a encontrar la calma o simplemente acompañarles cuando algo les inquieta. La música también es muy útil para estos fines. Piensen con detenimiento. Seguro que se les ocurren muchas situaciones que puedes acompañar con canciones para poner a prueba sus efectos.
Algunas formas sencillas de usar la música para apoyar el control emocional:
- Ritmos suaves para tranquilizar: ayudan a bajar la intensidad emocional cuando el niño está alterado.
- Canciones familiares para dar seguridad: melodías conocidas generan un efecto de contención y confianza.
- Música rítmica para liberar energía: permite canalizar inquietud o frustración a través del movimiento.
- Melodías guiadas para cambiar el foco: ayudan a redirigir la atención cuando el niño está abrumado.
- Rutinas musicales para anticipar momentos: preparan al niño emocionalmente para transiciones como dormir, recoger o comer.
Una canción única y especial para su hijo
Pocos regalos duran toda una vida. Los bebés comienzan a captar sonidos alrededor del cuarto o quinto mes de gestación. Papás, hermanos, abuelos, tíos… todos pueden participar en el proceso. El cariño y la ilusión son los únicos ingredientes imprescindibles.
Ideas prácticas para apoyar el control emocional con música
Apoyar el control emocional con música no requiere grandes preparaciones. Pequeñas acciones diarias pueden ayudar a que los niños regulen sus emociones de manera natural:
- Crea una “lista de calma”: incluye canciones suaves que ayuden a disminuir el estrés cuando el niño se siente inquieto.
- Usa canciones para las transiciones: melodías cortas para recoger, comer o prepararse para dormir ayudan a anticipar y regulan la conducta.
- Incorpora música al juego libre: ritmos activos permiten liberar energía y mejorar el estado de ánimo.
- Canten juntos: la voz del adulto, especialmente en momentos difíciles, transmite seguridad y acompaña emocionalmente.
- Exploren instrumentos simples: maracas o tambores ayudan a expresar emociones a través del sonido y el movimiento.
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Música para acompañar momentos difíciles
Las rabietas y los berrinches no son los únicos contratiempos ante los que la música puede resultar útil. Cuando su protagonismo en los juegos y las rutinas diarias es constante, la música también ayuda a los niños a sobrellevar coyunturas complejas para ellos.
La llegada de un hermanito, un cambio de escuela, una mudanza a otra ciudad, el fallecimiento de un familiar… son situaciones que despiertan emociones de difícil gestión. Acostúmbrenlos a convivir con la música, a relacionarla directamente con la felicidad; y en ella encontrarán un refugio para esta clase de momentos.
La música es una herramienta poderosa para acompañar a los niños en el desarrollo de su control emocional, fortalecer su autoestima y crear experiencias que enriquecen su crecimiento diario. Cuando se usa de forma intencionada, se convierte en un puente hacia la calma, la expresión y el bienestar.
En El Jardín Infantil El Rincón del Tercer Puente integramos la música como parte esencial de nuestro enfoque educativo, no solo para estimular habilidades cognitivas, sino para acompañar a cada niño en la construcción de su mundo emocional. Aquí, cada melodía, cada ritmo y cada momento musical se vive como una oportunidad para crecer.
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