Los miedos son habituales en la infancia y forman parte de la evolución normal del niño. Si saben cómo actuar, ayudarán a su hijo a superarlos y así reafirmarán su autoconfianza.
Todos los niños sufren de algún miedo…
A la oscuridad, a los extraños, a los monstruos… Todos los niños pasan por épocas en las que sienten miedo y tienen que superar diversos temores, que, con la edad, en su gran mayoría, son temporales.
Si su pequeño siente miedos, consuélenlo pensando que, aunque no resultan agradables ni para él ni para ustedes, cumplen una importante función: ayudan al pequeño a madurar, reafirman su autoconfianza y le enseñan a ser precavido.
Y no solo eso, cuando los padres entren en su mundo y le demuestren que lo comprenden, le ayudarán a superarlos. Así, al tiempo que su autoconfianza se hace más evidente y ayuda a mejorar el vínculo familiar.
Estrategias efectivas.
Los niños pierden estos miedos al adquirir una comprensión más racional del mundo, pero esto requiere de tiempo. En general, para ayudar a su hijo pueden:
- Respetar lo que siente: Su temor es real y si razonan con él para intentar convencerle de que se equivoca en sus percepciones, se pondrá más nervioso, mientras que si nota que lo comprenden estará tranquilo: “Entiendo que ese perro te asusta, pero quédate tranquilo que no te morderá, mira que es amigable y juguetón” (pónganse en cuclillas a su lado para observar juntos al animal); Al bajar a su altura le hacen ver que no necesita ser rescatado, que ustedes están asumiendo el mismo supuesto peligro y se sentirá seguro.
- Enfréntelo a su temor poco a poco: Si le asusta el Pediatra, lean juntos cuentos sobre médicos, compren o armen un maletín médico de juguete para practicar algo similar a lo que vivirá antes de llevarlo a la consulta.
- Si el miedo es a la aspiradora, invítelo a manejarla, pero no lo obliguen. Si la clase de natación es un drama, déjenla para más adelante.
- Eviten las situaciones críticas: cuiden también de lo que ve en televisión, muchas imágenes dan pie a pesadillas, otras son muy fuertes con monstruos y otros muñecos que matan y aterrorizan niños.
- Controlen su actitud, sonrían y no se alteren, ofrezcan darle la mano a su hijo para que sienta confianza. Si se alarman, se enojan o hacen un drama le reafirmarán su temor.
Casos especiales.
Ya saben que la mayoría de los miedos infantiles son normales a cierta edad y deben ser tratados como tales. No obstante, hay que prestar una atención especial a los que aparecen a partir de un hecho traumático, como la muerte de un ser querido, un accidente, una hospitalización larga, etc… En estos casos es conveniente buscar ayuda profesional.