
Prejardín, jardín y transición
Queridos papás, la etapa de Prejardín, Jardín y Transición es uno de los momentos más mágicos en la vida de sus hijos. Es en este tiempo cuando empiezan a mirar el mundo con curiosidad, a descubrir nuevas formas de aprender, a hacer sus primeros amigos y a ganar autonomía pasito a pasito.
Para ustedes también es una etapa única, llena de ilusión y preguntas, porque cada logro de sus pequeños, una palabra nueva, un dibujo lleno de colores, una canción cantada con orgullo, se convierte en un motivo de alegría y ternura.
En este artículo queremos caminar de la mano con ustedes para que comprendan mejor lo que significan estas etapas, qué las hace tan valiosas y cómo desde el aula se impulsa el desarrollo integral de los niños en un ambiente lleno de afecto, juego y confianza.
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¿Por qué son tan importantes estas primeras etapas?
El Prejardín, Jardín y Transición no son simplemente los primeros pasos en la vida escolar de tu hijo. Son años que marcan profundamente su manera de relacionarse con el mundo, de aprender y de descubrir quiénes son. Todo lo que los niños viven en este tiempo se convierte en la base sobre la cual crecerán en lo académico, lo social y lo emocional.
Como papás, es natural que quieras entender por qué estas etapas son tan significativas. Aquí te contamos algunos aspectos que hacen de este periodo un momento único y lleno de aprendizajes que permanecerán en el corazón de tus hijos para siempre:
El desarrollo de la confianza y la seguridad
Cada mañana, cuando tu hijo se despide de ti para entrar al aula, no solo está cruzando una puerta, está dando un paso hacia la independencia. Aprender a separarse, aunque sea por unas horas, fortalece su confianza en sí mismo y lo ayuda a descubrir que puede desenvolverse en el mundo con seguridad. Esa seguridad será la base para enfrentar nuevos retos, adaptarse a diferentes entornos y relacionarse con otras personas con tranquilidad.
Aprender jugando
El juego es mucho más que un momento de diversión: es la forma natural en la que los niños exploran y entienden la vida. Cuando tu hijo pinta, arma rompecabezas, participa en rondas o juegos de roles, está desarrollando la creatividad, la memoria, la atención y hasta la capacidad de resolver problemas. Cada actividad lúdica es una oportunidad de aprendizaje, porque mientras se divierte, también entrena su mente y sus habilidades para el futuro.
Las primeras amistades
¿Recuerdas la emoción de tu primer amigo? Para los niños, estas etapas son el inicio de esas experiencias inolvidables. Compartir juguetes, esperar su turno, respetar las reglas y escuchar a los demás son aprendizajes sociales que comienzan en Prejardín, Jardín y Transición. Son vínculos sencillos, pero fundamentales, porque enseñan a los niños el valor de la amistad, la empatía y la cooperación, habilidades que los acompañarán toda la vida.
Descubrir la autonomía
Tu hijo está en pleno proceso de conquistar pequeñas grandes victorias: ponerse los zapatos, guardar sus materiales, lavarse las manos sin ayuda o expresar con palabras lo que siente. Cada uno de esos logros, que parecen pequeños, son pasos gigantes hacia la independencia. Y lo más valioso es que todo esto lo hacen rodeados de cariño, con el acompañamiento cercano de sus docentes y, por supuesto, con el apoyo y ejemplo que reciben en casa.
Estas primeras etapas no solo preparan a tu hijo para la primaria. Más allá de lo académico, les regalan experiencias cargadas de amor, alegría y confianza. Son años que quedarán grabados en su memoria como un tiempo feliz, donde aprendieron que podían crecer, equivocarse, compartir y volver a intentarlo con una sonrisa.
El papel de la familia en Prejardín, Jardín y Transición
La educación en estas primeras etapas no es solo tarea del colegio. Es, sobre todo, un trabajo en equipo donde la familia juega un papel fundamental. Cuando papás, mamás y docentes caminan de la mano, los niños sienten que el mundo es un lugar seguro para crecer, explorar y aprender. Esa unión les da confianza, tranquilidad y mucha felicidad.
Aquí te compartimos algunas formas sencillas de fortalecer este apoyo desde casa:
Acompañar con amor y paciencia
Para tu hijo, cada día es una gran aventura llena de descubrimientos. Lo que más necesita es sentir tu respaldo y saber que siempre estás ahí para escuchar y celebrar junto a él.
- Escucha con atención cuando te cuente qué hizo en el colegio (aunque parezcan detalles pequeños, para él son gigantes).
- Celebra sus logros, incluso los más sencillos, como aprender una canción o animarse a participar en clase.
- Ten paciencia en los momentos difíciles; equivocarse, frustrarse o llorar, también es parte de aprender y crecer.
Crear rutinas en casa que complementen el colegio
Los hábitos son como abrazos que dan seguridad. Cuando tu hijo sabe qué esperar en su día, se siente tranquilo y preparado.
- Mantén horarios estables para dormir y despertar, lo que le ayudará a llegar con energía al colegio.
- Reserva un ratito especial para leer juntos, dibujar o cantar. Ese tiempo compartido se convierte en recuerdos inolvidables.
- Refuerza lo que aprende en el aula a través del juego, como contar frutas al cocinar o reconocer colores en los objetos de la casa.
Involucrarse activamente en la vida escolar
Nada hace más feliz a un niño que ver a sus papás interesados en lo que vive en el colegio. Eso le demuestra que su aprendizaje importa y que no está solo en el camino.
- Siempre que puedas, participa en reuniones, celebraciones y actividades escolares.
- Habla con los docentes, no solo para preguntar por avances, sino también para compartir inquietudes o logros que notes en casa.
- Anímate a integrarte en proyectos que incluyan a las familias: tu hijo te verá como parte de su mundo escolar y eso lo hará sentir orgulloso.
Dar ejemplo con valores y actitudes
Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que escuchan. Tus gestos, palabras y actitudes son sus primeras lecciones de vida.
- Muestra respeto en tus conversaciones diarias; tu hijo lo imitará naturalmente.
- Fomenta la empatía a través de pequeños actos como compartir, ayudar o agradecer.
- Enseña la importancia de la gratitud con detalles simples: un “por favor” o un “gracias” pueden marcar la diferencia.
Como ves, cada pequeño avance que logran los niños en Prejardín, Jardín y Transición es un paso enorme hacia su seguridad y confianza personal. Estas experiencias no solo construyen conocimientos, también los ayudan a sentirse capaces, valiosos y orgullosos de lo que logran cada día.
Y es precisamente gracias a estas bases emocionales y sociales que los niños están listos para dar el siguiente salto: aprender a convivir, compartir y trabajar en equipo. Porque crecer no es solo aprender letras y números, también es aprender a estar con otros y disfrutarlo.
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Valores y habilidades sociales que florecen en esta etapa
Papás, en Prejardín, Jardín y Transición, sus hijos no solo están aprendiendo a contar o a reconocer las letras. Están descubriendo cómo convivir con otros, cómo expresar lo que sienten y cómo resolver pequeñas situaciones del día a día que los hacen crecer como personitas únicas y seguras.
En esta etapa florecen valores y habilidades sociales que serán su brújula durante toda la vida:
La amistad
- Aprenden a acercarse a otros niños, a decir “¿quieres jugar conmigo?”.
- Descubren que compartir un juguete o una risa hace que todo sea más divertido.
El respeto
- Entienden que cada niño es diferente y que eso está bien.
- Comienzan a escuchar y esperar su turno, algo que más adelante les ayudará en cualquier entorno social.
La empatía
- Empiezan a ponerse en el lugar del otro: consolar a un amiguito que llora, alegrarse por los logros de los demás.
- Estos gestos sencillos son el inicio de una sensibilidad que los acompañará siempre.
El trabajo en equipo
- Participan en juegos y actividades grupales donde cada uno aporta algo.
- Descubren que juntos pueden lograr cosas más grandes que de manera individual.
La autonomía responsable
- Poco a poco se atreven a resolver pequeñas situaciones por sí mismos, pero también aprenden cuándo pedir ayuda.
- Esto les da seguridad y confianza en sus propias decisiones.
Queridos papás, en El Jardín Infantil El Rincón del Tercer Puente, sabemos que en estos años mágicos sus hijos están cultivando las semillas de la convivencia, la amistad y la empatía. Lo que hoy parece un juego, mañana será la base de cómo se relacionan con el mundo.
Aquí, acompañamos con amor y propósito cada etapa para que florezcan valores y habilidades que los preparan no solo para la primaria, sino para la vida.
Ven y descubre un espacio donde tu hijo aprende, juega y crece feliz, rodeado de experiencias que lo hacen único y seguro.